Alejandro Aravena arquitecto chileno recibe el premio PRITZKER 2016

No es común que un Latinoamericano gane un premio de esta categoría y menos aún es que lo gane un chileno. Y si bien es cierto que arquitectos chilenos se han destacado en el orbe no existía un referente de talla mundial que diera cuenta de la creatividad de nuestros colegiados. Hasta ahora.

Alejandro Aravena, arquitecto, multipremiado y reconocido por su trabajo con sentido social hoy fue reconocido con el premio Pritzker 2016. Aquí un poco de su historia y referencias.

La Tercera

"Alejandro Aravena ha sido el primer arquitecto de nivel internacional que  se ha preocupado tan fuertemente de la vivienda social en Chile", comentó a la AFP la presidenta del Colegio de Arquitectos de Chile, Pilar Urrejola.

"Él tuvo la visión y la sensibilidad para darse cuenta que la vivienda social en Chile era un tema que podía pensarse de nuevo", agregó.

El trabajo de Aravena "da oportunidades económicas a los menos privilegiados, mitiga los efectos de desastres naturales, reduce el consumo de energía y proporciona espacios públicos de bienvenida. Innovador e inspirador, muestra cómo la mejor arquitectura puede mejorar la vida de la gente", resaltó  el fallo que este miércoles le otorgó el premio Pritzker, dotado de 100.000  dólares y que otorga la fundación Hyatt, de Chicago.

"Lo más relevante del legado de Aravena radica en su convencimiento del rol transformador de la arquitectura y la responsabilidad pública del arquitecto",  resaltó de su lado a la AFP el arquitecto chileno Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo.

Plataforma Arquitectura

"Alejandro Aravena personifica el renacimiento de un arquitecto comprometido con la sociedad. (...) Tiene un profundo conocimiento de la arquitectura y la sociedad civil, como se refleja en sus escritos, en su activismo y en sus diseños. El papel del arquitecto está siendo desafiado para servir mayoritariamente a necesidades sociales y humanitarias, y Alejandro Aravena ha respondido a este desafío de forma clara, plena y generosa", manifiesta el acta del jurado.

Aquí el texto de la entrevista

Hay desafíos en el mundo; fuerzas en juego que tiene sentido atender. Como ciudadanos, como ciudadanos normales, vivimos en distintos lugares y vemos que existe, por un lado, el potencial de lograr un desarrollo de vida como sociedad o como comunidad, pero también somos testigos de las amenazas y la fricción que existe en las ciudades o en el entorno construido general. Y la arquitectura tiene el poder de traducir en forma todas esas fuerzas. Si hay algún poder en la arquitectura es el poder de síntesis. Cuanto más complejo sea el tema, más necesaria es la síntesis y supongo que una posible motivación podría ser la capacidad, e incluso la sorpresa, de que las fuerzas, empujando y tirando en direcciones opuestas se pueden canalizar en una cierta dirección a través del diseño.

Describimos a ELEMENTAL como un "Do Tank", esto significa que usamos la ciudad como un atajo hacia la igualdad, identificando proyectos que van desde el espacio público hasta el transporte, la infraestructura y la vivienda; a través de los cuales podemos mejorar la calidad de vida de la gente, generando bienes públicos a través de la arquitectura. Si queremos tener voz y voto, si queremos tener una idea de algo que puede mejorarse, desarrollamos un proyecto. Eso es lo que hacemos... si no hay cliente, tratamos de crear el cliente. Tratamos de identificar los fondos disponibles para hacer frente a los problemas que nos parecen relevantes a través de propuestas concretas. Tratamos de organizar la realidad en clave de propuesta, no solo a través de un diagnostico sin fin. No somos consultores. Y pienso que el núcleo de la arquitectura es organizar la información en clave de propuesta.

Por supuesto que necesitamos conversar, especialmente en las comunidades, tratando de identificar con la gente cual es la pregunta más que cual es la respuesta. ¿Cuáles son los problemas a los que debemos responder? No esperamos partir de las respuestas, para poder identificar correctamente lo que están esperando, lo que están buscando, cuales con los temas que realmente importan.

Supongo que uno de los mayores desafíos es demostrar que la arquitectura es un valor añadido y no un costo adicional. Si el diseño es visto como una capacidad de sintetizar la complejidad de una manera eficiente, ya que estas haciendo muchas más cosas a la vez que las que el discurso lineal es capaz de entregar, en una sola dirección, entonces la eficiencia lograda es un valor añadido.

Diría que otro desafío es ser capaz de empezar desde lo más lejos posible de la arquitectura en temas que cualquier ciudadano puede, y siente que puede tener, algo que decir. Así en los problemas con los que lidian los arquitectos y que no pertenecen a la arquitectura, donde cada persona se interesa o se preocupa o se ve afectada por la inseguridad, la polución, la congestión, la segregación o lo que sea. Hay tantas problemáticas que aquellas deberían ser los puntos de partida para un arquitecto. Desde ese punto de vista, sí tenemos una oportunidad.

Estamos viviendo en tiempos donde podemos mejorar como nunca antes la calidad de vida para la mayoría de la gente. La escala y la velocidad de ese proceso requerirá que desarrollemos nuevo conocimiento, pero las ciudades en sí mismas pueden ser el vehículo para mejorar esa calidad de vida como atajo a la equidad. Solo necesitamos ser lo suficientemente creativos para identificar estratégicamente oportunidades en las ciudades y traducirlas en propuestas.

Estuve particularmente interesado en desafiar, cuestionar e introducir una duda razonable en el lado malo del enfoque intelectual; si toda la jerga que se estaba utilizando en el mundo académico tenía algo de sentido cuando le hablas a la gente en la calle. Solo quería probar si palabras como "espacio" -que para la gente es donde van los astronautas- tenían algo de sentido cuando se habla sobre tu salario mensual. Y se camina en una calle que es insegura. ¿Cómo calzan ambas esferas? Esta ha sido la cuestión que hemos estado intentando desarrollar todos estos años, incluso en ELEMENTAL. No es solo un enfoque puramente humanitario. De ningún modo. Aquí nunca hemos reclamado ningún tipo de superioridad moral. Si hay algo que podemos pensar es ser buenos diseñadores. E intentamos usar nuestras habilidades para cuestiones que importan. Creemos que los desafíos en torno a las ciudades son relevantes, son difíciles y queremos ser parte de ese desafío.

Así que si crees en algo debes ser lo suficientemente valiente para que, si las decisiones que tomas no siguen a la manada, puedas seguir adelante. Supongo que necesitamos más de este tipo de personas, abiertas a seguir sus propias mediciones de éxito, sus propias creencias. Y supongo que es la esencia misma de la sostenibilidad; no es una cuestión técnica o científica -sabemos que hacer- solo debemos ser capaces de, con consistencia y valentía seguir... ese camino.


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